La conciencia y el conocimiento

Su raíz latina es conscientia que es conocimiento compartido, relacionado con el conocimiento de uno mismo y de su entorno. Teniendo en cuenta lo ético entendido como lo bueno y lo malo, tomándose en el ser humano de dos formas la conciencia sensitiva y la conciencia abstracta.
En términos sicológicos es la valoración del presente, permitiendo al individuo percibirse a sí mismo como alguien capaz de modificar su entorno o por el contrario como alguien sujeto a unas restricciones que le superan, la conciencia presenta algunas propiedades claramente diferenciadas: dinamismo, unidad o totalidad, subjetividad, intencionalidad y conocimiento certero. La conciencia predispone a la persona a actuar de forma equilibrada entre su cosmovisión y los hechos percibidos en el presente.
Esta se relaciona con la atención donde los seres humanos perciben en una dinámica mas profunda la entidad global de un objeto o de su propia existencia, manifestándose estímulos de experiencias que toma en cuenta los sentimientos, emociones y otras reacciones.
Cuando tenemos experiencia de algo generado en función al conocimiento tenemos la conciencia de este de acuerdo a un hecho o situación y por esto en la práctica nos parece familiar.
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